Las seriaciones son un recurso habitual en las aulas de educación infantil como ejercicio para desarrollar el razonamiento lógico.

A través de ellas los alumnos se familiarizan con las relaciones de orden entre los elementos de un conjunto. A menudo los maestros recurrimos al formato de pegatinas o gomets para plantear las series. Seguramente, porque es rápido de preparar y porque nos deja constancia para una posterior evaluación. Un poco monótono aunque muy práctico, eso sí.




¿Pero en qué consisten exactamente? ¿Cual es la diferencia entre seriaciones, y otros conceptos que aparecen asociados a ellas: patrones, ritmos? ¿A qué responde su uso en la escuela? ¿Qué maneras motivadoras y enriquecedoras tenemos de presentar las actividades de series? ¿Podemos hacer que nuestros alumnos disfruten con las series?

Para aprender a amar las series, antes que nada, debemos tener claros los conceptos clave: "serie o seriación" y "patrón".

¿Qué son las series?
Como describe MC Chamorro, una seriación es un conjunto ordenado de objetos según un determinado criterio (una relación de orden). Didáctica de las matemáticas para educación infantil (Ed Pearson) pag 133.

Ese criterio para ordenar los objetos puede ser de dos tipos: establecer la gradación de un determinado atributo, o bien la aplicación de un criterio fijo o patrón. Así tenemos, como muestra el siguiente esquema, dos tipos de series: 1) de orden creciente o decreciente y 2) de secuencia establecida por un patrón.

Un patrón es un conjunto de elementos (sucesos u objetos) organizados siguiendo una regla. Esa regla puede ser de repetición o de recurrencia lo cual da lugar a dos tipos de patrones. Por ejemplo:
Como dijimos al inicio, seriar patrones es una habilidad matemática básica que contribuye a desarrollar la capacidad lógica. Pero además muchos contenidos matemáticos como la organización temporal o el conteo, entre otros, requieren una comprensión y competencia en el diseño de patrones.
Finalmente, otro aspecto fundamental del trabajo con patrones y series es que permite que los alumnos progresen en el conocimiento de su entorno.

De hecho podemos encontrar numerosas series a nuestro alrededor:
Los pasos de peatones en las calles que alternan un patrón de bandas blancas y negras; las decoraciones repetitivas en barandas de balcones; los pavimentos en damero de las aceras de baldosas rojas y blancas; los letreros luminosos de una farmacia que destellan realizando series de luces acendientes y descendientes. También encontramos patrones en la tela de prendas de ropa: rayas, estampados y cuadros a menudo se repiten creando motivos armónicos. Casi todos los zapatos tienen patrones en su suela...
La naturaleza también proporciona patrones: las corolas de las flores, el dibujo de las pieles de algunos animales (cebras, erizos de mar, tigres), la cadencia de ciertos fenómenos naturales (la alternancia día-noche, el paso de las estaciones del año, el vaivén de las olas del mar, el ritmo cardíaco...)
Vemos, pues, que muchos elementos del entorno muestran regularidades o patrones.

Una vez que los niños conocen patrones, empiezan a descubrirlos en todos sitios. Pueden, entonces, notar que las comidas se sirven siguiendo un patrón: primer plato, segundo plato y postres, o que van a escuela cinco días y descansan dos del fin de semana, descubren algunas regularidades en el horario semanal: el día de inglés, el día de psicomotricidad...
Todo ello les ayuda en la comprensión y organización material y temporal del mundo en que viven.

Ideas para trabajar con series y patrones en educación infantil.
Hacer series es algo más que pedir a los alumnos que completen una secuencia de gomets en un papel.
Afortunadamente en la red encontramos experiencias educativas que ofrecen variedad de materiales motivadores, además de propuestas mucho más creativas y de exploración que generan construcción de conocimiento.
Vamos a recoger aquí algunas clasificándolas según:
Con sonidos y mímica. Una buena oportunidad de trabajar series es a través de ritmos sonoros: repetir patrones de ritmos asociándolos con alguna mímica les resulta muy motivador y la ocasión ideal para experimentar con el propio cuerpo.


Con materiales manipulables.
Como siempre a estas edades, tocar los objetos, experimentar posibilidades con ellos, realizar probaturas se convierte en el principal motor de conocimiento.

Podemos distinguir entre diferentes tipos de materiales: materiales estructurados lógicamente (son aquellos en que los objetos seriables presentan atributos claramente definidos como el tamaño, la forma, el color) y materiales cotidianos (cualquier tipo de material recopilado del entorno que tengamos en cantidad suficiente y que tenga un atractivo para el alumno).

Son materiales estructurados lógicamente, por ejemplo: eslabones, bloques lógicos, juegos de perlas para realizar series, ositos lógicos...




Por materiales cotidianos entendemos desde elementos de la naturaleza hasta materiales y objetos reciclados. En general, todos los niños se sienten atraidos por esos materiales que a veces descubren en los patios o en sus paseos y los recogen como auténticos tesoros.

Además, entre los materiales de uso cotidiano de los niños, disponemos de objetos muy interesantes para seriar en cuanto les damos un uso diferente al que tienen habitualmente. Podemos contar, por ejemplo, con piezas de construcción tipo Lego, pinzas de colores para la ropa, cubos multilink y hasta dados... ¡todo vale!



La calidad de las propuestas es el otro gran aspecto a tener en cuenta para motivar realmente a nuestros alumnos y ayudarlos a realizar aprendizajes.
Por ello deberíamos velar para que éstas sean suficientemente abiertas y les permitan aplicar estrategias propias. Con las series vamos a proceder igual. Vamos a tener en cuenta por un lado la variedad de actividades, planteando periódicamente retos a nuestros alumnos y por el otro la motivación ofreciendo diferentes soportes de trabajo.

¿Qué tal si en lugar de proponer únicamente un "sigue la serie" les planteamos...







Inventa una serie a partir de todos estos objetos.











Inventa un patrón (de dos o tres elementos).
A medida que ganan competencias seriando podemos incluso trabajar con las nomenclaturas de los diferentes tipos de patrones: AA, AB, ABC, AABB... etc


Plantea propuestas libres como la Teoría de las partes sueltas. Segun esta teoría, las partes sueltas de nuestro entorno potencian la creatividad en el juego y el descubrimiento estético en nuestros alumnos.
Hazte con una colección variada de materiales como: piedras, cuentas, palitos, botones, pequeñas piezas perdidas de juegos, tapones, chapas, rodajas de troncos... y permíteles experimentar con ellas. De manera espontánea muchas veces acaban realizando construcciones y disposiciones de patrones. Aprovecha para reflexionar con ellos sobre estos patrones y otras posibilidades.

Por último, varía los soportes de trabajo y plantea seriaciones  que les sorprendan: anímalos a construir  objetos divertidos mientras serian perlas, como por ejemplo serpientes o gusanitos; haz propuestas de series en vertical, como esta en la que los alumnos rellenan una probeta transparente con pompones mientras reproducen un patrón; cámbiales el plano de trabajo con esta interesante idea: pegando bloques lógicos en una lámina de plástico adhesivo fijado en un caballete; o bien plantea propuestas colaborativas como este atractivo mandala colectivo...


¿Qué te ha parecido? Más variedad y posibilidades no se puede pedir... aunque sí existe. Las posibilidades son infinitas (échale un vistazo a la entrada del interesante blog de nuestra compañera Mariàngels Trimiño, EI d'Educació Infantil).
¿Te animas a probar? Nosotras, desde Diezdedos, lo tenemos claro:  vamos a guardar los gomets para otras ocasiones ;-)